"Ganar fue muy importante para demostrar que San Lorenzo está muy bien", comenzó diciendo el máximo mandatario santo.
Enseguida se refirió a la Vuelta a Boedo: "Firmaremos el acuerdo con Carrefour. Tiene un alto contenido para los hinchas de San Lorenzo. Demuestra por qué no existen los imposibles". Y resaltó, como hace habitualmente, a los incansables integrantes de la Subcomisión del Hincha: "El trabajo de la SCH fue siempre muy destacado".
Lammens confesó que gritó el tanto de Gustavo Canales, de penal, en el estadio Maracaná, que clasificó a Unión Española, frente a Botafogo, próximo rival de San Lorenzo, el miércoles en el Nuevo Gasómetro, en un juego clave por la clasificación. "Grité mucho el gol de Unión Española, tanto como los goles de Bernardo Romeo en el 2001 en la cancha de Ferro, cuando nos consagramos campeones con el Ingeniero Manuel Pellegrini. Mi esposa no entendía nada", reconoció.
Con referencia al éxodo de jugadores que se viene en junio, no quiso ahondar en detalles, debido a "todo lo que se juega el equipo, que pelea en los dos frentes con posibilidades concretas". Aunque, señaló: "Me llamó la atención algunas declaraciones de Ortigoza. Bernardo Romeo le hizo una oferta muy buena a su hermano, que es su representante, y no la quiso aceptar".
Luego, aclaró algo que salió publicado en varios diarios esta semana: "No existió nunca la amenaza de la barra, ni estoy con custodia. Sí un robo en mi negocio".
Por último, Lammens reflexionó acerca del fastidio que provoca San Lorenzo en determinados sectores: "San Lorenzo les molesta a los poderosos. Siempre me sentí orgulloso por ser una piedra en el zapato de los medios hegemónicos".
MARIO BENIGNI
SOY SAN LORENZO
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