En Avellaneda, se impuso 4 a 0 y quedó a un punto de la cima; el Ciclón sumó su tercera caída consecutiva y Caruso está en la cuerda floja. Por Damián Cáceres
La pujanza de Racing destrozó a un San Lorenzo muy comprometido con su promedio. Perforó a un rival que se entregó al desconcierto al verse tan superado, que quedó sin chances de recuperación en poco tiempo, que quedó en inferioridad numérica por la expulsión de dos jugadores y que posiblemente se quede sin entrenador. Y todo fue rápido y contundente. Los gruesos errores del rival y la insistencia propia pusieron a la Academica 3 a 0 arriba cuando iban 17 minutos del segundo tiempo. El equipo de Luis Zubeldía no se demoró en llevar a la práctica su intención de continuar los buenos resultados, pero con un cambio de piezas y de esquemas que finalmente sellaron el 4-0 definitivo.
Desde el arranque Racing se mostró superior y encontró la claridad necesaria en los últimos metros para inquietar a Pablo Migliore, ya que al principio llegó con Cámpora y con un cabezazo de Agustín Pelletieri. Pero rápidamente hay que decir que la absurda mano de Gonzalo Prósperi, cuando marcaba a Villar, le abrió el camino hacia la apertura del marcador. Sebastián Saja convirtió desde los doce pasos. A pesar de la ventaja, San Lorenzo tenía más el balón e inquietaba a través de los pases en profundidad de Ignacio Piatti, el único que se sale del libreto, pero que no está en plenitud física y por eso pidió el cambio antes del entretiempo.
Frente a su público, Racing buscó ser más ambicioso con respecto a sus últimas actuaciones y su entrenador cambió el esquema que impuso ante River por un 4-4-2, con Diego Villar más suelto. En el ataque, Luciano Vietto fue acompañado por Javier Cámpora, que reemplazó a José Sand (sufrió en la semana una sinovitis en la rodilla derecha, pero estuvo en el banco por una decisión táctica). Cámpora tuvo una buena performance, especialmente a la hora de sumarse al trabajo defensivo, pero lo mejor del encuentro fue Vietto, que aportó algunos detalles técnicos en medio de una seguidilla de tosquedades de los defensores del Ciclón.
A Vietto le bastó con un control medianamente prolijo de la pelota y su atrevimiento para darle más tranquilidad a su equipo. La velocidad que pretende Zubeldía apareció y, con precisas combinaciones entre Centurión, Villar y Vietto, la Academia anotó el 2-0, claro que con la complicidad de Gentiletti.
Además de sufrir la salida de Piatti y sus tensiones internas, San Lorenzo padece el hecho de que la última línea no es segura. La influencia de sus equivocaciones se hace notar en el funcionamiento, como por ejemplo en el despeje de taco que intentó Abel Masuero que le dejó el gol servido a Campora.
Derrumbado el plan de la resistencia, el conjunto de Caruso Lombardi quedó expuesto en su orfandad ofensiva. Ni una combinación ni una aparición individual. Nada. Y encima, el desmantelamiento defensivo por las expulsiones de Gentiletti y Masuero. Los astros goleadores estuvieron del lado de Vietto, pues con un tiro cruzado en el área chica le alcanzó para castigar la intromisión de Gentiletti, que anotó en contra el último gol. Racing se dio espacio para golear y para quedar a un punto de Newell's, el líder. San Lorenzo, para caer aún más.
http://canchallena.lanacion.com.ar/
No hay comentarios:
Publicar un comentario