Cada final de temporada, se inundan los pasquines deportivos llevando y trayendo comentarios con presuntas incentivaciones e idas a menos de los distintos equipos que los toca ser árbitros en las definiciones del título y los descensos. Afortunadamente San Lorenzo está saliendo de los momentos críticos sufridos, después de las pésimas campañas de los ciclos conducidos por Rafael Savino y Carlos Abdo. En estas horas nos toca circustancialmente rivales de dos conjuntos comprometidos con la pérdida de la categoría, pero fuera de cualquier folcklore del fútbol, San Lorenzo debe mostrar una vez más como a lo largo de su historia, su dignidad deportiva.
Como testigo de aquellos tumultosos días de Julio y Agosto de 1981, cuando la vergüenza organizativa del Campeonato Metropolitano nos condenó injustamente a perder la categoría, uno no deja recordar aquel duro trance que vivimos los Sanlorencistas.
Aquel punto otorgado a la Asociación Atlética Argentinos Juniors en los escritorios, a solo 9 días de la finalización del campeonato demostró la oscuridad con el cual se desarrolló aquel torneo, a mi entender irregular. San Lorenzo el 2 de Agosto de 1981, derrotó a River 2 a 1 en la cancha de Ferro y le sacó 3 unidades de diferencia a la entidad de La Paternal, restando solo 4 puntos en juego.
De pronto a pocos días de disputarse la penúltima fecha, llegó el punto para Argentinos, por un supuesto ¿ Doping? Del ex jugador de Argentinos Juniors Abelardo Carabelli, que jugó para Talleres de Córdoba contra su ex equipo, casi un mes antes (9 de Julio), el partido que finalizó 2 a 2. Pero tras este obsequio, al domingo siguiente 8 de Agosto, San Lorenzo enfrentó a Velez en el José Amalfitani, siendo visiblemente perjudicado por el árbitro Abel Gnecco que dejó con 10 hombres a San Lorenzo a los 29 minutos al expulsar al “Negro” Orlando Peregrino Ruiz, además de no convalidar un gol de Godoy porque entendió que la pelota no picó detrás de la línea del arco. Al mismo tiempo en La Paternal, Argentinos Juniors perdía 1 a 0 con Unión al terminar el primer tiempo y descendía. En el entretiempo, hinchas de los bichos colorados con total impunidad rompieron vidrios del vestuario visitante, amedrentando a los jugadores de Unión, lógicamente operaba en ese momento “Pajarito” Suarez Maison, el dueño de la vida de los argentinos, el partido lo dio vuelta Argentinos Juniors y de esta manera llegó la última fecha a una unidad de San Lorenzo, cuando debió llegar descendido. Hoy es otro tiempo, pero con el triunfo de San Martín de San Juan, no dejé de pensar en mi Viejo y su corazón que tuve miedo que le falle aquel nefasto 15 de Agosto de 1981, mañana muchos deberíamos pensar en lo que encierra este partido, no lo pensé hasta el momento del segundo gol de los sanjuaninos, pero las circunstancias nos traen esta posibilidad, por ello si nos toca ganar la satisfacción será doble, seguramente el técnico Juan Antonio Pizzi sabrá de que se trata, el que habla públicamente de refundaciones del Club, conocerá este sentimiento de muchos hinchas de San Lorenzo.
Me extrañan esas declaraciones, porque nunca desde la Subcomisión del Hincha, pusimos en duda su trabajo, ni cuando un vocal del grupo oficialista afirmaba que llegaba Julio Falcioni, si no se ganaba el domingo siguiente. Siempre valoramos su intención ofensiva y hasta su manera de declarar sobria, pero hacer política en un Club con 105 años de vida y por donde pasaron los mejores técnicos del fútbol argentino y del mundo, me parece desafortunado, por ello en la última reunión de Comisión Directiva pedí que constara en acta nuestro malestar. San Lorenzo está encima de los hombres y nombres, por nuestros banco de suplentes entre tantos maestros pasaron “Tim”, Pedro Omar y Diego García, los maestros húngaros Emérico Hirschl y Jorge Orth, Carlos Peucelle, René Pontoni, Isidero Lángara, Jorge Barreiro, Adolfo Pedernera, Juan Carlos Lorenzo, Osvaldo Zubeldía, Héctor Veira, Manuel Pellegrini, etc. Todos vinieron por la extrema grandeza del Club Atlético San Lorenzo de Almagro.
Adolfo Res
PRENSA SCH CASLA
No hay comentarios:
Publicar un comentario