domingo, 5 de junio de 2011
Así Nob va
NEWELL'S-SAN LORENZO (SUSPENDIDO)
Newell's-San Lorenzo fue suspendido más de dos horas antes de su inicio poque fue baleada la custodia de un grupo de barras que respondía al fallecido Pimpi Caminos.
La violencia está de vuelta en Rosario y el juego entre Newell’s y San Lorenzo fue suspendido más de dos horas antes de la hora de inicio. Mientras un grupo de barras, asociado al fallecido Roberto Pimpi Camino, buscaba volver a las tribunas, fueron atacados a balazos los efectivos del operativo de seguridad que los iba a escoltar hasta el estadio. El comisario de la jurisdicción fue internado con herida de bala, fuera de peligro. ¿Muestra de poder? ¿Pugna de barras? ¿Negocios vinculados a la droga? Todo está sobre la mesa y en plena disputa. Y así NOB se juega.
A partir del mediodía, en la esquina de Alice y Lamadrid, en el FONAVI cercano a la casa de Pimpi Camino, ex líder de la barra local, se congregaron unos 250 hinchas con la intención de marchar hasta el estadio. Estaban a 60 cuadras de la cancha. El grupo es antagónico a la actual barra leprosa, la de Diego Panadero Ochoa. Alberto Tato Camino, hermano de Pimpi, comandaría la facción que iba a ser custodiada en su procesión. De hecho, el propio Tato había pasado por la Seccional 11ª. -acompañado por Gonzalo Miranda, dirigente político y gremial, opositor al oficialismo de los Gastronómicos-, para avisar que los miembros del grupo que no cargaran con Derecho de Admisión volverían a tomar su posición en la popular. Alberto Camino participaría del evento pero, cumpliendo con su condena, pasaría por la Comisaría antes y después del partido.
En el lugar estaban los jefes de la seccional de la zona, los inspectores de la 3ra. y 4ta. jurisdicción, y los máximos responsables de la Agrupación Unidades Especiales. Los barras ya cantaban “cada vez nos falta menos/ para volver otra vez...”. Pero los efectivos policiales fueron atacados por disparos de armas de fuego desde un auto y dos motos que se dieron a la fuga. El incidente dejó al Comisario Javier Alegre, Jefe de la Seccional 11ª., internado en el Hospital Clemente Álvarez, con un balazo en la cadera.
En el momento del incidente, Diego Ochoa, líder actual de la barra, estaba en el estadio presenciando la habitual requisa de trapos y bombos. Las sospechas caían sobre todos: un gesto atemorizante para la ex barra o una muestra de poder de los viejos capos ante la policía. “Aquí hay cuestiones que están muy lejos del fútbol. Se disputan otras cosas”, dijo Horacio Ghirardi, secretario provincial de Seguridad- “No hay dudas de que fue un enfrentamiento entre grupos antagónicos de hinchas de Newell’s”, anunció a las 16.30 el Comisario Principal Osvaldo Toledo, Jefe de la Policía de Santa Fe. A esa altura el juego ya había sido suspendido por los responsables de la seguridad rosarina. Las balas utilizadas fueron de alto calibre: 45 y 11.25; armas de guerra. Un Peugeot 206 recibió dos impactos, mientras que a Néstor Arismendi, Jefe de Unidades Especiales, le agujerearon el saco. Desde el club, a través de un comunicado, se desligaron de toda responsabilidad. Anoche, la policía continuaba realizando operativos en la zona sur de Rosario buscando a los agresores. De fútbol, ya ni la previa...
OLÉ
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