Un nuevo desafío para el equipo de Caruso Lombardi representaba la excursión al estadio Mario Kempes para enfrentarse a Belgrano de Córdoba, que es un conjunto con varios años de trabajo.
El planteo táctico ya daba que hablar desde el comienzo, con un 4-4-2 para batallar en el mediocampo y con el “Pipi” Romagnoli sentado en el banco de suplentes.
El partido comenzó con ambos conjuntos pensando más en defender que en ir a buscar el gol, especulando con el error del rival.
Así fue que solo hubo una oportunidad clara de gol para cada equipo.
En el complemento a los 3 minutos llegó la polémica expulsión de Augusto Álvarez (que hacia su debut oficial de titular). Con uno menos en la cancha, San Lorenzo se replegó en el fondo, dándole al local la iniciativa. El Ciclón ya no manejaba la pelota y no inquietaba el arco defendido por Rigamonti. Solo Julio Buffarini (de gran nivel) llevaba al equipo adelante.
El Pirata llenó de centros el área de un seguro Pablo Migliore, que dejó el arco azulgrana en cero.
Faltando poco para el final, ingresó Leandro Romagnoli, en reemplazo de Franco Jara. En la primera intervención del 10, luego de intentar llegar al balón tras una corrida, sintió un dolor en su rodilla derecha. Todos pensamos lo peor, pero el “Pipi” siguió en la cancha para no dejar al equipo con dos menos (ya se habían realizado todas las modificaciones).
Terminó el pleito, con un empate que le cae bien a este nuevo San Lorenzo, que poco hizo para lograr la victoria y debe lograr un funcionamiento.
Luego, la peor noticia de la tarde: al ídolo santo se le rompieron los ligamentos. ¡Aguante Romagnoli!
El próximo sábado, San Lorenzo recibirá a Estudiantes de La Plata, en el Pedro Bidegain, en busca de los tres puntos, que hagan ilusionar al pueblo santo con estar arriba en la tabla de posiciones.
MARIANO SUHAS
SOY SAN LORENZO
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