La camiseta es sagrada

Gentiletti, Ustari y Caruzzo se saludan en La Boca.

Varios jugadores quisieron cambiar su casaca por la de Boca pero los dirigentes se lo impidieron.

Una vez terminado el partido frente a Boca, varios jugadores de San Lorenzo le dieron al utilero sus camisetas. La intención de los players era que la ropa llegaran al vestuario local, y que a cambio volvieran casacas azul y oro de colegas a los que habían apalabrado antes de que finalizara el match. Sin embargo, el trueque no pudo ser posible, ya que, al enterarse, un par de dirigentes le dijeron al utilero que les devolviera la pilcha del Ciclón a sus dueños. ¿El motivo? “Bastante caliente estaban con lo que habían visto de los jugadores en la cancha como para permitir que encima anden cambiando la camiseta tan alegremente”, le explicó a Olé un dirigente de segunda línea que habló con uno de los directivos que estuvo en la Bombonera el sábado.

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