San Lorenzo derrotó a River por 2 a 0 en el Nuevo Gasómetro, luego de que el Millonario estuviera invicto en el torneo local. ¿Un nuevo objetivo para el Ciclón más allá de zafar del descenso?
San Lorenzo se debía una tarde como la que vivió el domingo frente a su propia gente minimizando a River a la menor expresión futbolística con plena autoridad y contundencia, con actuaciones individuales y colectivas de alto vuelo y con Juan Antonio Pizzi dándole una paliza táctica a Ramón Díaz que en su vuelta al Nuevo Gasómetro tuvo que ver el partido desde un palco por haber entrado tarde a la cancha. Hasta eso le salió mal a River. Mientras que al Ciclón le resultó como un sueño, con aciertos de todo tipo y casi sin errores.
Antes de que se cumpliera el primer minuto de juego, Denis Stracqualursi ya había castigado con un zurdazo que fue a parar al fondo del arco de Barovero. De ahí en más, San Lorenzo asumió el rol protagónico del clásico dejándole a River el papel de actor de reparto. Corriendo y metiendo pero sustentado en un buen trato del balón el medio juego santo le ganó la pulseada a la línea de volantes de River, que nunca encontró la manera de equilibrar la balanza.
Otro de los puntos altos del equipo orientado por Pizzi fue que aguantó la intensidad más allá del resultado, porque con el dos a cero a los veinte minutos de juego, con el cabezazo de Mauro Cetto, no aflojó. No le dio chances a su rival de levantar la cabeza y lo mantuvo bajo su control hasta el pitazo final.
El desafío de San Lorenzo, ahora, pasa por ratificar lo que mostró ante River para saber si está para zafar del descenso nada más o si puede ilusionarse con un objetivo más pretensioso.
JORGE MUSCIO
DIARIO POPULAR
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