Romagnoli será dado de alta a fin de mes, y su vuelta sería en las últimas semanas de abril. Un notición.
De los 14 hinchas que presenciaron la práctica de ayer, 12 habían ido hasta el Nuevo Gasómetro sólo para ver a Romagnoli. El Pipi, que ya encaró la última etapa de recuperación tras la intervención por la rotura de ligamentos cruzados de su rodilla izquierda, es el hombre más querido y esperado por Boedo.
Los Cuervos, sus compañeros y Pizzi, sobre todo, ya le prepararon la alfombra roja. Y él, que se lesionó hace siete meses, en un partido frente a Belgrano, está a punto de comenzar a desandarla. Porque, si todo marcha bien, como hasta ahora, el enganche recibirá el alta médica a fin de mes, y podría volver a las canchas en las últimas semanas de abril. ¿Será contra Arsenal, en Sarandí? ¿O frente a Godoy Cruz, en el Bajo Flores? Por lo pronto, el cuerpo técnico y el jugador prefirieron no ponerse plazos, aunque ya saborean el regreso.
El Pipi participó ayer de los trabajos físicos y del fútbol reducido y en los últimos días también hizo tareas de definición a la par del grupo. De hecho, fue uno de los que más veces venció a Matías Ibáñez. Así que a preparar las palmas para darle la bienvenida.
OLÉ
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