Estimado Señor Presidente:Me ha alegrado mucho la atenta carta que, con ocasión de mi elección a la Cátedra de San Pedro, ha tenido a bien enviarme, en nombre también del Club Atlético San Lorenzo de Almagro, asi como la camiseta del equipo que tan amablemente me han regalado.
Le agradezco mucho esta muestra de aprecio, a la que correspondo complacido, pidiendo a Nuestro Señor que le retribuya generosamente esta delicadeza.
Al leer sus palabras, han venido a mi memoria bellos recuerdos, comenzando desde mi infancia. Seguí, a los diez años, la gloriosa campaña del 46: ¡Aquel gol de Pontoni!
Sepan ustedes que no los olvido. Y además de la afición al fútbol, les pido que cultiven la amistad con Jesús, verdadero Amigo, que siempre estará con Ustedes, en los momentos felices y también cuando haya dificultades. Ábranle Ustedes su corazón y cuéntenle todo aquello que llevan dentro. Él cuidará de Ustedes y de sus familias y les dará fuerzas para asumir los retos que cada día tengan planteados, y no solo en el terreno deportivo. No hay mayor gloria que hacer todo bien, por amor a Dios y a los que nos rodean, fomentando siempre la sana competitividad, la fraternidad y el respeto mutuo.
Con estos sentimientos, y a la vez que ruego que rece Usted por mi, le imparto con afecto la Bendición Apostólica, que de corazón hago extensiva a los demás directivos, al cuerpo técnico, a los jugadores y a todo el pueblo azulgrana.
Vaticano, 20 de marzo de 2013.
Francisco.
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