Delfo Cabrera “El Oro Olímpico del Ciclón”
“En mi corazón anida esa fe Sanlorencista”.
Estas fueron las palabras que el recordado atleta pronunció al llegar a Buenos Aires.
San Lorenzo de Almagro mediante la Subcomisión del Hincha, a poco de realizar la 6º Maratón que lleva su nombre y a 65 años de aquel logro, recuerda a este atleta Sanlorencista quien dejara una huella profunda en el atletismo del club, Argentino y del mundo.
Por Adolfo Res
Desde aquel humilde pueblo de Amstrong, provincia de Santa Fé, llegó a nuestra Institución, Delfo Cabrera, gracias a la proposición que le hizo el gran Maestro Francisco Mura, para que se radique en Buenos Aires y venga a entrenar con él, ya que el legendario profesor, observó en Cabrera, condiciones para destacarse en el Atletismo, así ocurrió en 1938, que llegó a nuestro Club, pero el cumplimiento del servicio militaren Rosario interrumpe ese proceso de entrenamiento en San Lorenzo, finalizado el año militar, se traslada a Buenos Aires y se incorpora al Atletismo azulgrana, para desplegar todas sus condiciones atléticas en beneficio del Club y el deporte nacional .Su carrera ascendente a partir de 1940, lo ubica en los comienzos de esta década como uno de los mejores fondistas, en ese momento ingresa al Cuerpo de Bomberos de la Policía Federal, que le permite tener un mejor pasar, formar una familia darle mas tiempo a su entrenamiento.
Uno de los enormes orgullosos deportivos que tenemos los hinchas del Ciclón es haberlo contado entre nuestras filas, San Lorenzo junto a Francisco Mura tuvieron un hijo pródigo en Delfo , que le dio al país una de las mayores satisfacciones deportivas de su historia.
En aquella inolvidable gesta del 7 de agosto de 1948 en Londres en la Maratón de largo aliento de algo mas de cuarenta y dos kilómetros, nuestro maratonista se metió para la eternidad en la piel de los sanlorencistas.
El estadio de Wembley se puso de pié , el belga Gailly entró en la pista para correr el pico final de los cuarenta y dos kilómetros , marchaba rumbo al triunfo olímpico pero su paso era martirizante ,su cabeza giraba atrás como suplicando que no lo siguieran, sus brazos parecían sentidos , un coro de 90.000 personas lo alentaban para que llegara a la meta , pero Cabrera comenzó su levantada final y lo alcanzó en la última curva y siguió fuerte su tren con el braceo normal y con la sonrisa que entró en la fama de las máximas conquistas del deporte argentino.
Fue victoria de “ nuestro” Delfo Cabrera , mas nuestro que nunca , llegó el abrazo con Francisco Mura su entrenador , su maestro y el Himno Nacional Argentino tronó mas fuerte que nunca en la tarde londinense al subir al podio a recibir su medalla.
Poco tiempo después Delfo Cabrera declaró a la vieja revista “El Ciclón” “ Mi Patria y San Lorenzo me animaron para ganar” “ Se positivamente que la Revista “El Ciclón” fue la primera que publicó una fotografía mía en color ” “La tengo en mi casa y para mi es motivo de orgullo saber que todos los de San Lorenzo me ven en ella luciendo los colores azulgrana.” “Por eso es que quiero y se los pido encarecidamente que digan que mi primer recuerdo es para toda la gente del club de mis preferencias, cuya enseña siempre he defendido con honor porque eso si en mi corazón se anida esa fe sanlorencista que puedo asegurarlo ha puesto en mi campaña un abundante bagaje de confianza y optimismo.”
“Es por eso que quiero que todos los de San Lorenzo de Almagro sepan que lo que hice en las Olimpíadas, lo fue además que por mi Patria , por ese cariño entrañable que siento por todos los Gauchos de Boedo”.
El 6 de Marzo de 1951 , se consagró Campeón Panamericano, en la primera edición de los Juegos que se disputa en Buenos Aires.
En 1957, dejó la actividad pedestre, para dedicarse a la docencia como profesor de Educación Física, un trágico accidente automovilístico le hace perder la vida el 2 de agosto de 1981, justamente regresando con su automóvil de un reconocimiento que le hacían a su trayectoria en el pueblo de Licoln. Atrás quedaron sus difíciles momentos de su niñez ante la temprana muerte de su padre, atrás quedaron sus ilusiones de pibe, de repetir la hazaña de Juan Carlos Zabala, en ganar una Maratón Olímpica, por delante quedó el ejemplo de este noble atleta argentino que llegó con mucho esfuerzo a la cima del deporte mundial, y que llevó en su piel la insignia de nuestro querido San Lorenzo de Almagro.
PRENSA SCH CASLA
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