Allí estuvo presente Matías Lammens, Presidente de la institución, en compañía de Roberto Álvarez, Vicepresidente 2°, y otros vocales de Comisión Directiva como Claudio De Simone, Adolfo Res y Marcelo Culotta, representantes de la histórica Subcomisión del Hincha y principales impulsores de la moción del regreso a la tierra que vio nacer y crecer a San Lorenzo con el paso de los años. También integraron la mesa de debate los arquitectos Claudio Pando y José Rozados, disertando sobre las implicancias de los planes y el impacto urbanístico que tendrá en el lugar, beneficiando a la comunidad en general.
Una de las principales novedades de la reunión, a la que asistieron cerca de 150 socios, fue la propuesta de bautizar con el nombre "Papa Francisco" al escenario, en homenaje a la máxima autoridad religiosa, reconocido hincha del equipo en todas partes del mundo. Y nuevamente se insistió con la posibilidad de inaugurarlo en 2016, cuando el Sumo Pontífice llegará por primera vez a Argentina como Jefe de Estado del Vaticano. Por el momento, obviamente, forma parte de un abanico de diversas ideas factibles.
Lammens tomó la palabra para comentar el estado actual de las negociaciones con el hipermercado que ocupa el predio y pasó a detallar algunas cuestiones clave en torno a la construcción del estadio. "Calculamos que costará cerca de 75 millones de dólares", reveló el mandatario, una cifra importante y difícil de afrontar para cualquier entidad del país. No obstante, continuó afirmando que "somos responsables y tenemos en vista varias ideas para financiar las obras".
¿A qué se refiere específicamente? "Una alternativa es armar un fideicomiso de obras, pero lo más probable es tomar un crédito en el extranjero con tasas bajas, sin comprometer la economía de San Lorenzo", manifestó. En simultáneo, explicó que "es un riesgo tomar deuda en dólares" pero dejó en claro que "debemos explotar comercialmente el estadio para conseguir fondos, por ejemplo con recitales, y estamos hablando con varias empresas interesadas en eso". En simultáneo, expresó que en los próximos meses se difundirá otro balance con una sustancial reducción del pasivo y superávit, que generará confianza en los inversores para volcar el dinero necesario sobre la mesa. "Nadie podrá parar esto", avisó y se ganó la ovación de la gente.
Por otro lado, se expusieron imágenes del polideportivo que será levantado justamente al lado del futuro estadio, aunque el mismo se solventará con los recursos que serán suministrados por las autoridades del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, a cambio de la cesión del espacio para la utilización de colegios y mutuales de Boedo. El mismo será aprovechado para básquet, handball, futsal y otras disciplinas federadas, teniendo una capacidad de 1.000 personas sentadas en sus tribunas retráctiles.
Antes comenzar con los trabajos, habrá que resarcir a Carrefour con un monto aproximado de 100 millones de pesos (el Banco Ciudad lo tasó en 94, pero el Banco Nación hará otro estudio). Mediante el fideicomiso por la Vuelta a Boedo, que consiste en la venta simbólica de los 35.600 metros cuadrados que abarca el terreno en cuestión, los hinchas siguen aportando para hacer realidad su compromiso con la historia del club. Hasta ahora se juntaron 60 millones y aspiran a cubrir la totalidad a fin de año, para efectivamente poner en marcha el regreso al lugar que nunca debió haber dejado.
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