Allá por Julio de 1986, a tan solo unos pocos días de que Argentina fuese Campeona del mundo por segunda vez en su historia en el mundial de México, Billy Joel lanzaba un álbum titulado: “The bridge” dentro del cual estaba la famosa canción “Matter of trust” traducida y conocida en nuestro país como “Una cuestión de confianza”. Mientras salía del gasómetro el sábado por la tarde, me vino a la cabeza aquella melodía que daría el título a esta nota.
Más allá de que esta anécdota nada tiene que ver con el futbol, creo que es justamente la confianza la clave para describir el presente y el futuro de este equipo. Porqué desde afuera de la cancha la confirmación de que Mario Yepes era el nuevo refuerzo del club, fue una inyección anímica para el grupo y para la institución y eso se notó adentro. Porqué el regreso del pipi fue la mejor contratación desde lo espiritual y desde lo futbolístico para el equipo, que sabe puede descansar en él en varios sentidos. Porque Kannemann se afianza cada día más y ya no es solo el pibe del club que deja todo en la cancha, sino quien de a poco empieza a convertirse en el mariscal que la defensa necesita. Porque la seguridad que el técnico le dió a Martín Cauteruccio, hizo que el nueve lo pagara con su mejor moneda, el gol del triunfo ante Godoy Cruz. Porque Ortigoza le sigue dando al mediocampo el futbol y la jerarquía necesaria para un equipo de primer nivel.
Con esto no quiero afirmar que San Lorenzo encontró su nivel ni mucho menos, es más, durante gran parte del primer tiempo fue el mismo equipo abúlico que vimos en las primeras fechas y cuando se acercaba el final, se enamoró tanto del resultado que abusó del repliegue y terminó sufriendo más de la cuenta. Pero se ganó y para los números fríos, las noticias deportivas y el estado de ánimo del grupo, eso sirve para recuperar la memoria. Sirve además, para recordar que este grupo es ganador, pero que no debe relajarse, ni perder el hambre con el que le comió los pies a todos sus rivales de la copa, y deberá tener la misma enjundia cuando nos represente en el mundial de clubes, porque créanme que este grupo es capaz de darnos más alegrías.
No confundan estas líneas con mero exitismo barato, soy un convencido de que pueden dar mucho más, pero deben jugar cada partido como si no hubieran ganado nada aún, sin aburguesarse como dice el saber popular.
En fin se ganó, y deseo fervientemente que eso sirva como punto de partida para despegar hacia lo más alto. “Siempre es una cuestión de confianza”, reza el estribillo de la canción ochentona de Billy Joel, será cuestión entonces de cambiar el chip y empezar a creer que se puede dar mucho más aún.
Pablo Artecona
Licenciado en Comunicación. Escritor.Socio Nro. 70.773
Email: pablocomunicarte@hotmail.com
Twitter: @partecona
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