2 de Diciembre de 1979 - 2 de Diciembre 2014
Muchos de adentro y de afuera buscaron sepultar lo que pasó con el Gasómetro, otros se hicieron los distraídos. “No quedaba otra, nos teníamos que ir”, afirmaban. En este tema en San Lorenzo, como sucede en otros en nuestro Club, hubo una sola voz, la de la entrega física y moral, la de la pérdida de la dignidad. Avenida La Plata, el Gasómetro era un tema de la nostalgia, pero… nacimos los que para muchos fuimos “Los Locos”. Aquí con la fuerza de la historia más digna para recuperar lo que nos quitaron y la dignidad fundacional. ¡Presentes!
De aquel pitazo de final de partido de Teodoro Nitti aquella tarde del 2 de diciembre de 1979 a hoy pasaron 35 años y lógicamente, como suele decirse popularmente, mucha agua pasó por el puente. Maldito día de la historia de San Lorenzo, lo recuerdo con la peor de las angustias y con los puños cerrados, con la ira contra quienes traicionaron a quienes forjaron aquel Club memorable de Avenida La Plata.
Me veo después de salir tanto tiempo atrás bajando del bondi 15 cualquier día de la semana para entrar por Avenida La Plata, cruzar todo el club para llegar al gimnasio de Pesas y Boxeo, breve charla con el profe Tony Mariña y empezar la rutina en aquel templo maravilloso, ya venido a decadencia para los mayores que entre ejercicio y ejercicio me hablan de un tiempo mejor. A mí no me importaba, si estaba en mi casa, donde jugaba a la pelota, nadaba y hasta miré de reojo, embobado, entrenar a Angelita Marchetti. Ahí en el Templo, vi a Sandro y la locura de la gente por “El Gitano” en el 74, las clases de Dibujo de más pibe aún, con el Profe Flores, algo de Bowling.
Observar con notable admiración los ensayos de “Los Cometas de Boedo”, los inigualables panchos en el bar americano que hasta parecían distintos y únicos, las noches de Catedral en el Salón San Martín junto a mi viejo, entendiendo poco de Básquet, pero cantando fuerte “Van a bailar, van a bailar con la famosa Catedral” y una historia de domingos bien futboleros aprendiendo las más bellas canciones, poesía pura, que producía la Gloriosa Hinchada de San Lorenzo sobre esos tablones solemnes. Claro que, como recitó como nadie el “Polaco” Goyeneche: “Fue todo, todo tan fugaz que es una curda nada más, mi confesión” y lo guardo en la memoria, por momentos como diría el notable César Vallejo “Me alegra el corazón y me afloja las lágrimas trifulcas”.
Por supuesto que estuve contra Boca aquel 2 de diciembre de 1979, había que ganar y esperar el resultado de Central e Instituto para clasificar a los cuartos de final del Campeonato Nacional. Esa fue mi preocupación, no sabíamos que era el último partido, no hubo anuncios, pocos lo sabrían, aunque años después, el silencio de mi Viejo que era de mucho hablar, caminando juntos por Avenida La Plata, me hizo reflexionar que él intuía que se venía a despedir del Gasómetro.
No tengo consuelo 35 años después cuando esa imagen vuelve a mi mente, y la estuvo en esta heroica pelea del regreso. No fui nunca egoísta, y en ese silencio de Pablo en aquella tarde de mierda, me imagino tantos silencios de muchos Sanlorencistas, preguntándose por qué.
Algún forro, allá por el 2006, me dijo “lo tuyo es nostalgia”. Le respondí “no, esta lucha es reparación al corazón, pasado y futuro para los pibes de hoy”.
Durante dos décadas, esta fecha del último partido en el Gasómetro fue una efeméride más en algún programa periodístico deportivo y algún comentario perdido de algún hincha de nuestro querido Club. Pero desde hace 10 años, esta fecha es de repudio, pero también de sueños y esperanzas.
El 2 de diciembre de 2004, cuando se cumplieron 25 años de aquel cierre futbolístico del estadio de Avenida La Plata, aquella tarde-noche un grupo de socios e hinchas organizamos un acto en la misma avenida frente a donde San Lorenzo consiguió su máxima gloria. Fue la aparición en sociedad de esta lucha por el regreso a nuestro lugar en el mundo, pelea que traía un lustro de Diego y de quien les habla, concientización, pero aquella tarde-noche del 2004 con 600 hinchas presentes pudo trascender como noticia en algunos pocos medios gráficos y radiales. El diario Crónica publicaba textualmente la convocatoria de aquel día con una gacetilla que llevamos junto a Diego Martín a dicha publicación:
Repudio: A 25 años de una herida mortal al corazón del pueblo azulgrana y con el lema ni olvido ni perdón a los culpables de la traición”, convocan el programa radial “San Lorenzo Ayer, Hoy y Siempre”, la Peña “Con el Alma en Boedo” y los integrantes de la página Deboedo Vengo”. También se hacía eco de esta convocatoria el diario Clarín.
Aquella noche de discursos y sueños en la que tuvimos oportunidad de explicarle a los hinchas presentes la necesidad imperiosa de recuperar nuestra pertenencia, aquella noche públicamente le pedía a los Legisladores de la Ciudad y a los Diputados Nacionales, una Ley de Reparación Histórica para San Lorenzo, aquella tarde-noche daba comienzo para unos pocos, una nueva historia, una era de militancia de verdad, una etapa de dejar familia, economía, irresponsabilidad personal si se quiere, para buscar el sueño mayor, el que hará justicia, el que nos dará a muchos Cuervos la felicidad más grande, nada más ni nada menos que recuperar nuestra CASA, nuestra pertenencia.
Claro que el costo de la lucha ha sido grande y lo sigue siendo, para los distintos directivos que entienden de números solamente, con un congelador en vez de un corazón en su cuerpo.
Cada 2 de diciembre (desde el 2005) la Subcomisión del Hincha, en estos casi 10 años, le puso el cuerpo y el corazón a la causa, organizó actos públicos, con discursos esperanzadores, abrazos, partidos de fútbol en el predio “Lorenzo Massa” de Mármol y Salcedo y hasta caravanas del Oratorio al Gasómetro, para mantener la llama de la Vuelta a Boedo bien alta. Ese motor del regreso que significó la Subcomisión del Hincha “Domingo Vaccaro” (nombre del hincha número uno de nuestra historia “Mingo” El farolero), fue fundamental para que poco a poco miles de socios e hinchas se sumen a la “Utopía de la Vuelta a Avenida La Plata” como solía decirse quizás con sensatez sobre este sueño de muy pocos.
A partir del 2 de diciembre de 2010, la fecha tomó una dimensión diferente con la idea de cambiar fecha trágica por fecha de regreso definitivo, es que acababa de presentar el Proyecto de Restitución Histórica para San Lorenzo en la Legislatura Porteña y en aquel acto del 25 de noviembre del mismo año, ante 2500 hinchas, casi quebrándome en un llanto afirmé “Este 2 de diciembre sería distinto, el de la ilusión, porque nuestros sueños ya no se discuten en los bares o por internet, se pelean en el parlamento porteño donde se definen las cosas”.
Este martes 2 de diciembre se cumplirán 35 años del último partido en el Gasómetro, pero esta fecha triste, que nunca muchos hinchas terminaremos de digerir, a los militantes de la Vuelta a Avenida La Plata nos sigue empujando a pelear por la justicia y nuestra causa, siempre en la vereda de enfrente de los congeladores de los sueños, siempre en la búsqueda de lograr lo que nuestra gloriosa historia se merece. A los espectadores de nuestra pasión, les decimos que se metan en el barro, que compren el metro, que le exijan a quienes nos dirigen celeridad con la Vuelta a Avenida La Plata, que se animen a darle un cachetazo a la impunidad de Cacciatore y a la traición interna, que se den cuenta, definitivamente, que la gloria y la dignidad es lo más importante que le podemos dejar a los Sanlorencistas con compromiso para el mañana.
Lacoste, Cacciatore, Annán, Habib, Fangio, Dores y tantos otros… Personajes que duelen, que repugnan.
Pasaron 35 años, parece mentira, si todavía no le encuentro razón a terrible pérdida, si aún cada mañana que me despierto, sigo pensando que todo fue una pesadilla y voy a rumbear para mi Club, el de Avenida La Plata al 1700.
Adolfo Res
Historiador del C.A.S.L.A. y miembro de la Subcomisión del Hincha
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