Un comienzo para olvidar

Yo opino:

En el partido del viernes por la noche ante Lanús se vio un San Lorenzo plagado de dudas. Un equipo frágil en el fondo, un San Lorenzo tímido que no agarraba la pelota y a los delanteros muy aislados con solitarios buenos intentos de Carlos Bueno que peleó y puso voluntad permanentemente. El uruguayo, autor del único gol, fue junto con Gonzalo Bazán y Leandro Romagnoli los únicos rescatables del penoso cotejo.

Lanús lo pasó por arriba en todas las líneas y mereció, por chances de gol y claridad en el juego, que la goleada sea aún más amplia.

Lo que no puedo tolerar es la falta de actitud adentro de la cancha de algunos jugadores, caso Tellechea, que se escondió los 90 minutos, y los errores en la marca de Bianchi Arce y Germán Voboril, con fallas básicas.

Lo más destacable fue la actitud por momentos del segundo tiempo, más allá de ir perdiendo por un resultado abultado, de la mano de Leandro Romagnoli que siempre la pidió y le dio algo de claridad a un conjunto que sin él no hizo dos pases seguidos.
Párrafo aparte para la hinchada en todo momento cantó y apoyó, más allá de las circunstancias adversas.

MARIANO SUHAS
SOY SAN LORENZO