Hubo una clara mejoría en la actitud de los jugadores, en relación a los últimos partidos disputados, pero el conjunto azulgrana careció de ideas y falló en la definición.
El equipo de Caruso Lombardi fue superior a su rival en los primeros 20 minutos, donde controló el balón y creó peligro.
El claro penal a Denis Stracqualursi, ignorado insólitamente por Pablo Lunati, y la posterior patada del defensor Lisandro López, merecedora de tarjeta amarilla que hubiese supuesto su expulsión, desconcertaron al elenco santo, que repentinamente bajó su rendimiento.
En el segundo tiempo se vio a un San Lorenzo sin ideas claras de juego, ni un jugador que pueda dar un pase en profundidad para dejar a los delanteros en posición de gol. Así y todo, con las carencias nombradas, metió en un arco a los de Sarandí con empuje y voluntad, pero sin resolución.
El 0-0 final motivó la marcha de la bronca del pueblo azulgrana, con silbidos generalizados. Los 10 puntos en igual cantidad de encuentros, dejan al técnico sin margen.
Pablo Alvarado fue el único destacado, firme en la marca y con su sacrificio y entrega habitual.
El próximo escollo será en tierras mendocinas frente al Godoy Cruz conducido técnicamente por Omar Asad, de muy mal paso por la institución de Boedo. Esperemos que se pueda dar el tan ansiado triunfo. Ya los plazos se acortan. Así como Independiente se le puso a un punto al Ciclón en la tabla de los promedios.
MARIANO SUHAS
SOY SAN LORENZO
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