Deshoja la margarita

Romeo todavía no decidió si continuará jugando o aceptará la propuesta de Caruso y la CD para laburar en el club. Y, en el medio, pintó una oferta de Estados Unidos.


Bernardo Romeo no aparece en la televisión ni figura en el mercado de pases de Olé . Tampoco se habla de él en los foros partidarios y pocos saben qué es de su vida en este receso. El ídolo, igual, disfruta de su anonimato, de la tranquilidad. Mientras descansa fuera de Buenos Aires junto con su familia, Bernie piensa qué hará con su futuro, ya que, además de que su contrato venció el 30 de junio, Caruso ya le comunicó que será muy poco tenido en cuenta en la próxima temporada. Incluso, luego de consensuarlo con los principales dirigentes, el técnico le propuso trabajar en algún área del club (¿Entrenador de la Reserva? ¿De las Inferiores? ¿Coordinador?).

El problema es que Romeo aún no decidió si, efectivamente, colgará los botines. Porque, como dijo, “el descenso hubiese sido una mancha muy grande” y la permanencia le recargó las pilas. Además, al goleador le llegó una oferta muy jugosa de un equipo de Estados Unidos y no descarta emigrar del país.

Por las dudas, hace varios meses que el hombre de los 98 goles va al psicólogo para preparar su retiro. De todas maneras, todavía se siente entero, útil. De hecho, no sufrió lesiones desde que volvió a Boedo a mediados del año pasado, aunque sí lo tira para atrás saber que San Lorenzo no lo necesita en cancha.

Además, le molestó haber calentado en casi todos los partidos desde el arribo de Caruso, y apenas haber jugado siete minutos contra el Rojo e ingresado a los 89’ ante San Martín. Pero, sobre todo, no haber entrado ante Instituto, cuando pudo haber disputado su último match y, con el partido liquidado, Richard hizo entrar a Gigliotti.

Romeo, quien recibió ofertas de la BN pero las desechó, ya se despidió de varios compañeros y de algunos empleados de la Ciudad Deportiva, y tuvo una charla con el técnico en la concentración previa al partido de vuelta por la Promo, pero aún no se animó a tomar una decisión.

Por ahora, el ¿ex? goleador deshoja la margarita.

OLÈ