El encuentro comenzó con la visita manejando la pelota a su merced, pero sin ser profundo en los últimos metros. San Lorenzo en esos minutos iniciales no agarraba el balón y abusaba del pelotazo.
El transcurso del juego se fue emparejando y Juan Manuel Salgueiro contaba con dos oportunidades netas de gol.
Llegaba el entretiempo y daba la sensación que con la ventaja obtenida en Alta Córdoba sería suficiente para seguir en Primera.
En el segundo tiempo el equipo de Caruso Lombardi salió con más determinación, pero los delanteros no eran precisos en la definición. La gente pedía a gritos a Leandro Romagnoli, símbolo cuervo y figura del equipo en el torneo. El Pipi entraba al terreno de juego y generaba el estallido y la ovación de la hinchada azulgrana que, una vez más, llenó el Pedro Bidegain.
Pero en San Lorenzo si no se sufre no vale: cuando faltaban 20 minutos, Diego Lagos marcaba el gol de la Gloria que generaba las protestas de los jugadores y del técnico por una supuesta mano que no existió.
Pocos minutos después llegó esa contra comandada por Julio Buffarini (nuevamente de gran actuación) que asistía a Enzo Kalinski, al le cometieron penal. Néstor Ortigoza, de gran segundo período, no falló: golazo desde los doce pasos y desahogo de todo el pueblo santo.
Ya no quedaba tiempo para una reacción de Instituto, la salvación santa estaba ya asegurada.
Llegó el final del match y los festejos de los jugadores y el cuerpo técnico con la hinchada que nuevamente demostró porqué es la más fiel de todas. En Boedo finaliza una temporada llena de dramatismo.
Caruso Lombardi diagramará el plantel para lo que será una temporada (la 2012/2013) en lo que se comenzará en el puesto 16 en la tabla de los promedios. A no relajarse y a seguir acompañando y alentando, que el San Lorenzo de los milagros aparece y emociona.
MARIANO SUHAS
SOY SAN LORENZO
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