Un tibio San Lorenzo se fue derrotado de la Bombonera por 3 a 1. Una vez más, el equipo azulgrana no tuvo respuestas, ni reacción ante un rival que se impuso con muy poco.
El Ciclón careció de una idea clara de juego y lateralizó constantemente sin profundidad. Una constante en este conjunto que sigue sin levantar cabeza y protagoniza una campaña humillante, con apenas 12 puntos (en 13 fechas) y en zona de descenso.
Ningún jugador estuvo a la altura de las circunstancias. Mancharon la gloriosa camiseta y se olvidaron del sacrificio que hizo la gente para llegar a la incómoda tercer bandeja del estadio boquense.
Boca, sin jugar un gran partido, lo ganó claramente por tres regalos de Pablo Migliore y se benefició por la nula reacción de los dirigidos por Juan Antonio Pizzi.
La defensa fue un flan, con centrales sin presencia y laterales inexistentes. En la mitad de la cancha, se dejó libre al juvenil Leandro Paredes, mientras Walter Erviti se movió con comodidad, ante la pasividad y falta de actitud del medio santo. En la zona de creación, intentó algo en el primer tiempo un solitario Alan Ruiz, con buen manejo del balón. En la parte ofensiva, Franco Jara no influyó, resolviendo erróneamente cada una de sus intervenciones y no pudiendo asistir en ningún momento a Denis Stracqualursi, desconectado del resto.
Siguen pasando las fechas y no se ve una identidad alguna en el equipo de Pizzi, que así va derecho al abismo. La gloriosa hinchada de San Lorenzo, que nuevamente llenó la tribuna visitante, merece pelear campeonatos y no estar penando para permanecer en la Primera División. El próximo sábado tocará enfrentar en un duelo clave a All Boys, en el Pedro Bidegain, en el primero de los cuatro encuentros imperdibles que se avecinan (luego habrá que ir a Santa Fe, un martes, para medirse con Unión, recibir a Atlético de Rafaela y visitar a Argentinos Juniors, que se quedó sin Leonardo Astrada).
MARIANO SUHAS
SOY SAN LORENZO
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