TIGRE 3 SAN LORENZO 1
EL CIRUJANO BENIGNI DESMENUZA
San Lorenzo perdió una batalla, pero aún no la guerra. De estar afuera de todo, pasó a ocupar un lugar en la Promoción, con riesgo latente de perder la categoría. Hay que ganar los dos partidos que faltan. Pablo Lunati no dirigió bien y echó a Kalinski y Kannemann, mientras Alvarado llegó a la quinta amarilla y no actuará en Avellaneda frente a Independiente. Carlos Luna estaba amonestado, metió un patadón, pero el juez adujo no ver su grosera falta.
Tigre jugó el encuentro como una final, mientras que el Ciclón se confió demasiado, quizás sabedor que el punto le servía.
"Jugadores (bis), los vinimos a alentar, San Lorenzo es de Primera y de Primera no se va". Así arrancó La Gloriosa el partido.
Sin Julio Buffarini, San Lorenzo perdió demasiado. Quedaron afuera del banco Damián Martínez, Gabriel Méndez y Diego Martínez.
De entrada se acentuaron las posturas. Mientras el local lo jugó en campo santo, el elenco de Caruso especuló con alguna contra de Gigliotti, que no dio resultado.
El 1-0 llegó tras una grosera pifia de Bottinelli, y una definición de Ezequiel Maggiolo. Antes del gol, Tigre tuvo tres situaciones claras. La reacción del Ciclón fue a través de Gigliotti, que fue protagonista de dos acciones que no pudieron ser concretadas.
Antes del descanso, Chávez - de mala labor - pifió cuando tenía el 1-1.
En el complemento, ingresaron Bueno y Romagnoli en el equipo de Caruso. El Pipi sería el único que aprobaría el examen de todos los futbolistas azulgranas.
Con mucha fortuna, Román Martínez colocó el 2-0, pifiando en el remate final, luego de otra falla grave de Bottinelli.
Siete minutos después, Romagnoli clavó un golazo de tiro libre para el descuento y la ilusión santa.
Sin embargo, luego de que Lunati no viera una infracción alevosa de Luna que le valía la tarjeta roja, llegaron las expulsiones de Enzo Kalinski y Walter Kannemann, éste último por falta sobre el atacante que estaba de regalo en el terreno...
Un cabezazo de Gigliotti a las manos de Javier García y una oportunidad perdida por el ingresado Fernando Meza fueron las últimas chances para anotar.
Sobre el epílogo, Román Martínez nuevamente liquidó el pleito. Sinsabor, bronca, fastidio... Todo generó una actuación demasiado opaca de San Lorenzo en la que era una final por la permanencia. Esperemos que contra Independiente vuelva el San Lorenzo de los milagros y fundamentalmente el del segundo tiempo ante Newell's.
MARIO BENIGNI
SOY SAN LORENZO
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