domingo, 19 de octubre de 2014

“De regreso a Octubre, desde Octubre"

En medio de una racha futbolística adversa donde Romagnoli no puede hacer la diferencia, sin la incorporación de Piatti y con las lesiones recurrentes que arrastra Barrientos, se plantea nuevamente como variante la hora de darle rodaje a algunos valores juveniles que están esperando su chance en Primera.

La gente de San Lorenzo asistió ilusionada al clásico contra independiente, aún contra pronósticos adversos, tanto meteorológicos como deportivos. Colaboró con la compra de un bono obligatorio para la vuelta a Boedo sin la menor objeción, como debe ser. Hace semanas que viene padeciendo un raid informativo acerca del ébola, una especie de moda mediática (al estilo del riesgo país pero de la salud), que amenaza la realización de la Copa Mundial de Clubes, cuestión que perjudica a miles de Cuervos que ya hipotecaron hasta lo que no tienen para viajar.
Sin embargo lo peor de todo, es que el equipo no da señales de vida, vuelve a perder un clásico de local, generando solo dos situaciones claras de gol en 95 minutos de juego y se defiende peor que un equipo de ascenso, (con todo el respeto del mundo). El fútbol asociado no aparece y las individualidades tampoco, apenas se vislumbra algo de amor propio de algunos futbolistas con vergüenza deportiva. No obstante ello, la gente despide al equipo una vez más con aplausos.

Al margen de esto el técnico que es incuestionable en su continuidad y capacidad, aunque no en sus decisiones, sigue intentando jugar con un inexplicable doble nueve, y continúa además sin encontrar la generación de juego para el equipo.

Todo es así en la vida de San Lorenzo, quizá este naufragio futbolístico sea el precio que debemos pagar por tanta alegría obtenida con la Copa Libertadores o quien sabe alguna más que nos esté esperando agazapada. Usted se preguntará qué nos lleva a seguir creyendo en este proyecto, y yo le respondo simplemente "porque somos San Lorenzo". Recordemos que el vía crucis inicial, es parte de nuestra resurrección posterior siempre. No existen razones lógicas para creer, aunque San Lorenzo hoy solo sea esto, un puñado de fe en plena malaria, algo más cercano a la locura que a la razón.

Aún en medio de este fastidio con esta realidad, creo que esto se puede cambiar. Recuerdo que cuando no hace mucho tiempo atrás, los Jara o los Stracqualursi (entre otros), empezaron a ser cuestionados en el equipo de Juan Antonio Pizzi por sus bajos desempeños, y esto hizo que el entonces técnico, tuviera que buscar variantes en las divisiones inferiores. Con esto no solo logró salir campeón en diciembre de 2013, luego del mazazo que en Octubre del mismo año, nos diera Arsenal en la final de la Copa Argentina, sino que además nos clasificó a la Copa libertadores 2014 que San Lorenzo más tarde ganara.

Me planteo seriamente si no es la hora de dar lugar en Primera División a juveniles que den aire fresco y renovación al equipo, sino será el momento de los Esparza, Montagna, Cardona o Insua, tan solo por nombrar algunos de los valores que vienen teniendo buenos rendimientos en Reserva y están esperando su oportunidad y o continuidad en el círculo privilegiado.

En vez de buscar estrellas consagradas para traer, hipotecando al club, o seguir llorando por Piatti y su sueño americano, debemos mirar para adentro, y quizás la solución a este problema esté más a mano de lo que nosotros mismos imaginamos. Tal vez ese sea el cambio que estamos necesitando para retomar nuevamente la senda, y tenemos antecedentes recientes que favorecen correr el riesgo con juveniles. Aunque sea por cábala, tratemos de cambiar esta malaria de Octubre, por una nueva alegría en Diciembre, y para eso habrá que preparar el sendero.

Pablo Artecona, Comunicador Social, UBA.
SOY SAN LORENZO

foto: Gabriel Esparza

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