lunes, 18 de octubre de 2010

"Lo que tenemos los hombres abajo nunca me faltan"


El uruguayo Sebastián Balsas estaba muy feliz esta mañana en la Ciudad Deportiva. Volvió al gol frente a Tigre, San Lorenzo ganó y llega entonado al clásico de barrio ante Huracán.

Este mediodía el alto delantero charrúa brindó una conferencia de prensa tras el entrenamiento. Allí, hasta tuvo tiempo de bromear por la diferencia de altura con el periodista Juan Fernández (Fox Sports y Radio Del Plata) y un camarógrafo de Torneos y Competencias.

"Fue importante ganar, tras tres partidos donde no se nos habían dado los tres puntos, el grupo sabía que lo tenía que sacar de cualquier manera y más siendo una semana antes del clásico. Lo habíamos hablado antes del partido. Y la verdad que fuimos justos vencedores, el equipo jugó muy bien y esto nos da tranquilidad para trabajar en la semana de cara al encuentro importante que tenemos con el clásico rival", consideró en su alocución inicial.

¿Qué significó esa corrida de desahogo en el festejo?
Ustedes ya saben y yo lo he dicho, mis compañeros me conocen, soy una persona muy espontánea y después veo las imágenes y hablaba con mi novia, que se vino a vivir conmigo, y no me conozco un poco. Es como que me saco un poco de mí. No me estaba sintiendo cómodo. Había tenido un golpe contra un rival en el primer tiempo, me sentía un poco mareado, con dolor de cabeza, me había caído en una jugada, en otra había descargado mal, otra me había pasado por abajo de la "pata"... Un partido para el olvido. Y para colmo, en el segundo tiempo se me sale el botín. Y digo, "¿Qué más me puede pasar?". Y bueno, por suerte, el técnico me siguió dando la confianza, dentro del campo de juego mis compañeros fueron muy importantes porque en cada pelota parada se acercaban Botti, Gastón (Aguirre) y todos los compañeros, me alentaban y me decían "Dale Uru, dale Flaco, que una te va a quedar". Y por suerte, me pudo quedar una y sirvió para dar un poquito de tranquilidad. Contento por eso también.

El primer gol que hiciste (ante Racing) había sido para Ramón, el segundo (en la Boca) para tus compañeros, ¿y el tercero fue para la gente, con ese gesto de decir "Acá estoy yo, tengo lo que hay que tener para jugar"?
En realidad, así como el primero iba a ser para Emiliano (Alfaro) y termina saliendo el abrazo con Ramón, que después me trajo muchas bromas de mis compañeros, éste lo tenía preparado para mi novia. Y llevamos casi ocho años juntos, es española, dejó toda su vida, su familia allá, para venir a acompañarme aquí. Y tenía dedicado el corazón para ella. Pero en el momento que hago el gol, me salió ese gesto para decirle a la gente que uno, por más que a veces no le salgan las cosas, siempre se entrega, que la lucha siempre está y lo que tenemos los hombres abajo nunca me faltan. Y bueno, quise demostrar eso. Un poco me salió de decir que eso no me falta, que eso tengo y me sobra.

Ramón Díaz valoró en su conferencia que tanto vos como Menseguez hayan vuelto a convertir. ¿Ustedes lo hablaron?
Es importante siempre convertir para un delantero. Hacía unos cuantos partidos que no nos estaba tocando con Juan (Menseguez) y por suerte nos tocó. Lo importante primero siempre es el equipo. Siempre lo dije. Me encanta convertir. Pero si el fin de semana no me toca hacerlo y puedo bajar una pelota de cabeza o asistir a un compañero para que lo haga y ganamos 1 a 0, aunque sea con la oreja, con gol de cualquiera, vamos a estar contentos igual. Obviamente, el delantero tiene que convertir y es importante que los dos hayamos vuelto a convertir.

¿En algún momento sentiste la impaciencia de la gente?
Un poco sí, pero como decía, estaba un poco abombado, sobre todo en el final del primer tiempo y el final del segundo. Tomé un poco de aire en el entretiempo y veía medio borroso y se me pasó por la cabeza pedir el cambio. Pero cuando a uno le está yendo mal, quiere demostrar rebeldía, que quiere revertir la situación y por eso me quedé.

Convertiste contra Racing, también contra Boca... Ahora llega el clásico contra Huracán, sabés...
Sí, sí, bueno, ojalá se me pueda dar de vuelta un gol en un clásico. Lo importante va a ser conseguir los tres puntos de cualquier manera y después si a uno se le da de convertir, mejor.

MARIO BENIGNI

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