viernes, 18 de noviembre de 2011

A 32 AÑOS DEL ÚLTIMO GRITO DE GOL EN EL GASÓMETRO


Si lo hubiera sabido ¡Como lo hubiera gritado!

La tarde fue bastante gris, e inclusive en un esfuerzo por fijar mi imagen en aquel 18 de Noviembre de 1979, recuerdo que fue un Domingo otoñal pese a que faltaba poco más de un mes para la llegada del verano.

Como ritual de aquellos años, almorzamos y partimos junto a mi viejo al Gasómetro, para ver al Ciclón contra Cipolletti de Río Negro.

A priori partido fácil, es que San Lorenzo viene peleando la Zona para ganar un lugar entre los dos primeros, y clasificar a las rondas finales del Nacional.

No son las mejores épocas futbolísticas, recién se vendió a Marangoni a Inglaterra, y “Maranga” es de lo poco que tenemos, la bronca de mi Viejo es total “Puta, este Turco

(por Annan presidente del Club) lo podría haber vendido al finalizar el campeonato”

Nos acomodamos en la popular detrás del arco casi arriba de todo, más tirando para el lado de Avenida La Plata , bastante cerca de la hinchada, porque el calor y la efervescencia que transmitía “la barra” saltando sobre aquellos tablones, a la distancia de tantos años me siguen conmoviendo las fibras más íntimas.

El partido contra Cipolletti se simplificó rápidamente cuando Strack lo trabó a Mario Rizzi y el Árbitro Vigliano sancionó el penal que Hugo Coscia transformó en la apertura del marcador, el abrazo con mi amigo Fabián Rossi, y El Ciclón, El Ciclón que baja de los tablones.

El partido no fue bueno y el equipo rionegrino apeló a la falta permanente para un San Lorenzo que dominaba a voluntad, más aún cuando Cipolletti se quedó con diez jugadores por la expulsión de Bastías.

El partido se acható totalmente y la hinchada comenzó con sus cánticos contra Instituto próximo rival en la Docta y Boca a quien debíamos enfrentar en la última fecha de esta zona clasificatoria.

“Hay cordobés vení, vení te va quedar el culo como el Tango de París” dedicada al próximo rival Instituto y luego la dedicatoria a Boca, “Vaya, vaya con el Ciclón, a todas partes vaya con el Ciclón, si sos de Boca hacé el favor : Andá la puta que te parió”, este hit con la melodía de la publicidad televisiva de aquellos años referida a pantalones y telas de Acrosel.de Sudamtex.

El primer tiempo finalizó uno a cero, el entretiempo tomando el Pindapoy de cada cotejo y escuchando la Voz del Estadio que nos trae los resultados de Central, Boca e Instituto que pelean la clasificación con nosotros.

El segundo tiempo llegaron los goles y la lesión del “Sapo” Villar que lo marginó de los partidos decisivos siguientes.

A los 20 minutos Rizzi convirtió el segundo gol, a los 29 el “Perro” Torres convirtió el tercero ( un minuto después se fue expulsado) y el partido ya definido solo esperaba saber cuantos goles más convertiría San Lorenzo.

A los 32 minutos Víctor Marchetti le da un pase milimétrico a Mario Rizzi y en una baldosa amaga hacia fuera y engancha hacia adentro haciendo pasar de largo a dos rivales y con un disparo por sobre la cabeza del arquero Zambrano establece el cuarto gol, gritado con la misma pasión que cada tanto convertido por cualquier jugador que vista la camiseta de San Lorenzo.

Nadie imaginó que era el último grito en el Templo, nadie pensó que aquella tarde gris significaría el inicio del largo y doloroso silencio de una historia de 63 años de gloria, donde TODOS ABSOLUTAMENTE TODOS venían a buscar el puntito, donde el calor y fervor de nuestra gente hacía achicar a los mejores equipos que nos pudieran enfrentar.

En ese campo de juego la historia grande la armaron jugadores de la talla de Luís Monti, Carricaberry, Diego García, Petronilho, Lángara, Zubieta, Waldemar, Farro, Pontoni, Martino, Benavidez, Sanfilippo, Omar Higinio García,”Coco” Rossi, Doval, Villar, Telch y tantas otras figuras que supieron darnos su magia en tantas tardes y noches de

alegrías futboleras.

Avenida La Plata fue una Catedral del Deporte y la cultura popular, pero hoy a 32 años del último grito me sigo preguntando porqué no lo grité con todo el alma, porque no lo pudimos gritar de manera tal que el mundo comprendiera que en ese alarido estaba la mezcla de gol, el dolor y la injusticia de dejar nuestra tierra, que con tanto sacrificio levantaron nuestros fundadores.

La Avenida está viuda desde hace casi tres décadas, lapso en que aprendimos palabras tan distintas a las épocas de apogeo de San Lorenzo, en estos casí treinta años vocablos como Traición, Entrega, Coacción, Negocios, Remates, perdida de Pertenencia, representantes, marketing, codificado, grupo inversor, Torneos y Competencias, terminologías que nos fueron llevando a otra historia, a otra idiosincrasia tan lejana a aquella generación que desbordaba grandeza donde no existían mentiras ni slogan truchos “de los dos más grandes” por ejemplo.

La esperanza y la lucha por el regreso a casa debe ser la bandera más importante de las nuevas generaciones de socios que quieran revertir estos nefastos términos escritos en el párrafo anterior y el objetivo esencial será poder reemplazarlos por los históricos del hincha del Ciclón, esos que vienen desde Antonio Scaramusso, Federico Monti y Lorenzo Massa : Compromiso, Dignidad, Pasión, Corazón, Decencia, Compromiso por el Club Atlético San Lorenzo de Almagro, Alma, Desinterés, Amor al Club, si se vuelven a estos valores, el gol de Mario Alberto Rizzi dejará de ser el último grito en Avenida La Plata al 1700.

Adolfo Res
www. volveavenidalaplata.com.ar
PRENSA SCH CASLA

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